Día 3: vuelo a San Francisco y partido NBA

Sí ayer el despertador sonó bien temprano, hoy todavía más, ni más ni menos que a las 3’45 (que yo no sé si esto es madrugar o trasnochar); hoy sí que hacía falta una ducha para acabar de despertar. A las 4’30 habíamos quedado todos en hall, y nos fuimos juntando los grupos Uber ya diseñados anteriormente, según nos íbamos juntando grupos se iban pidiendo, nuestro capitán era Fran, un veterano en los trips.

Una vez en el aeropuerto fuimos directos al control de seguridad, luego trenecito para llegar a nuestra terminal, y a la llegada a nuestra puerta de embarque, todavía no había comenzado. Aunque ayer nos quedaba alguna duda sobre si las mochilas se consideraban bolso o maleta de mano, decir que las mochilas normales que usamos nosotros se consideran bolso, aceptaban mochilas de hasta 15 kg.

Volamos con Frontier Airlines destino Oakland, salió puntual a las 6’10, durante el despegue disfrutamos de unas bonitas vistas de Las Vegas; y a su hora, las 7’45 llegamos a nuestro destino, este aeropuerto se encuentra en la otra orilla de la Bahía de San Francisco.




Salimos de la terminal, nos reunimos los mismos grupos Uber y comenzamos a pedirlos, era hora punta y nos tocó esperar 10-15 minutos, y luego además pillamos un atascazo, sobre todo en el Bay Bridge, nos costó una hora llegar al Golden Gate, pero bueno también hay que tener en cuenta que hay cerca de 40 kilómetros.

Que decir de este puente, el GOLDEN GATE fue construido entre 1933 y 1937, y aunque no es el más largo de la ciudad, se ha convertido en la imagen de San Francisco. No nos podíamos creer el día tan esplendido que habíamos pillado, eran las 9 de la mañana, el sol lucía sin apenas nubes ni viento, y además una temperatura muy agradable.












Luego teníamos un rato de tiempo libre, nosotros cogimos un Uber (37’20 $ propina incluida) para ir al hotel que estaba en la zona de Fisherman's Wharf, dejamos las mochilas en la consigna, y seguimos paseando bajo el sol californiano, pasamos por el famoso PIER 39, con casi todo cerrado a esas horas, estaba muy tranquilo.


Seguimos hasta el PIER 33, donde se encuentra el embarcadero para ir a la isla de Alcatraz con ALCATRAZ CRUISES; esperamos al grupo y todos juntos subimos al crucero. Arriba habían pocas sillas, pero el día era tan estupendo nos quedamos de pie; pensamos que las pocas sillas se debían a épocas que por la pandemia subía menos gente al barco, pero en esas fechas ya había demasiada gente para tan poca silla. Pero el paseo en barco con las vistas de San Francisco una maravilla.









Tras bajar del barco nos entretuvimos un rato con la descarga de una app para escuchar el audio guía, a mí por ejemplo sólo se me descargó en inglés, pero decidimos continuar; y luego resultó que arriba había audio guía gratuita en español también. La visita bien, pero yo creo que más corta que la otra vez, y además me encontré que al salir al patio, ya no dejan acceder a la zona desde donde se ve la ciudad a lo lejos; a mí era una de las cosas que más me gustaba de la visita.









Sobre las 12’15 acabando la visita, nos dimos cuenta que o acelerábamos y cogíamos el barco que salía en 10 minutos, o esperábamos al siguiente que era una hora, así que pasamos de largo la tienda y aceleramos, porque lo de pasar allí una hora era para cortarse las venas (una vez finalizada la ruta del audio guía, sólo está la tienda, no hay nada más); llegamos al barco y hasta nos sobró algún minuto. Con el barco bastante lleno y llegando de los últimos, también nos tocó volver de pie; aunque en realidad no me importó mucho, porque un día tan esplendido había que disfrutarlo.










Al bajar fuimos todos andando hasta el Hotel Riu Plaza Fisherman´s Wharf, eran sólo 10 minutos, hicimos el check-in, recogimos las mochilas, subimos a la habitación y salimos en un momento.

Eran casi las 2 de la tarde y ya teníamos un hambre considerable, del Pier 39 unos cuantos del grupo elegimos Chowders, pedimos la típica sopa de almejas que sirven en un pan, había una blanca y una roja así que pedimos una de cada, y las acompañamos de unas cervezas bien fresquitas; la sopa blanca muy rica, la roja no nos gustó era muy espesa, salimos por pareja a 38 $.




Como el día era tan esplendido, y a esas horas hacía un calor considerable, nos pedimos unos helados (7’25 $ cada uno); no me podía creer que estuviera en San Francisco, en febrero, comiéndome un helado.

Luego una buena parte del grupo decidimos ir andando, cuesta arriba, que para eso estábamos en San Francisco, hasta la parte de abajo de LOMBARD STREET, famosa por sus ocho curvas, para poder hacer esta calle con un 27% de pendiente, transitable por los automóviles.




Como parte del grupo mañana a primera hora regresaba a Las Vegas, decidimos visitar las zonas más emblemáticas de la ciudad. Así que Uber (18’18 $ propina incluida) hasta ÁLAMO SQUARE, este parque está situado en la cima de una colina con unas excelentes vistas, pero es famoso por las bonitas casas estilo victoriano que lo rodean; muy famosas las "Painted Ladies" porque han sido inmortalizadas en muchas series y películas, una de las más conocidas en España fue “Padres Forzosos”. Dimos una vuelta por el parque disfrutando de las bonitas vistas, la agradable tarde, y la estupenda compañía.









Otro Uber (11’79 $ propina incluida) al barrio HAIGHT-ASHBURY, donde se inició en la ciudad el movimiento hippie; aunque creo que fuimos hasta allí porque alguien quería hacerse una foto, eso sí, aprovechamos para tomarnos una cervecita. Pasamos un rato muy agradable descansando, con una cerveza y rodeados de buena gente, que más se puede pedir!.




Y nuevamente otro Uber (20’69 $ propina incluida) para ir al último punto de nuestra ruta, el cruce de CALIFORNIA STREET con MASON STREET, desde ese cruce que está bastante alto, se ve el BAY BRIDGE al fondo, nos habíamos quedado sin casi luz, pero la tarde fue muy aprovechada. Nuestra ruta “San Francisco en tres Ubers” fue divertidísima.




Todavía nos quedaba otro Uber (27’95 $ propina incluida), este para ir CHASE CENTER, el nuevo y flamante pabellón de los Golden State Warriors, el partido de hoy era contra New York Knicks, y comenzaba a las 7 de la tarde. Con la ruta turística se nos había ido el tiempo volando, y cuando llegamos entramos directamente, bueno, primero control de vacunación, luego control de bolsos y ya hacia dentro; admirando los pasillos y todo lo que había fotografiable que nos íbamos encontrando, resultó que cuando llegamos a nuestras localidades quedaban unos 20 minutos, así que mientras nos situamos e hicimos las primeras fotos ya estaba sonando el himno.










Yo me fui un rato de pasilleo, y me recorrí cada pasillo y cada rincón del pabellón; bares con comida de todo tipo, cervezas, otras bebidas alcohólicas, no les falta de nada. En el basket sucede lo que ya habíamos visto con otros deportes, todos en el himno y la presentación, y luego desaparecen para ir a cenar o tomar algo, y ya hacía el tercer cuarto van volviendo.




Cuando llegue abajo, vi que en la planta baja, esta todo súper bien indicado en las puertas, zona Uber, zona taxis, zona transporte; para subir cogí un ascensor, pero cuando se abrió y me encontré un ascensorista me quedé alucinada. También te puedes encontrar cosas como cargadores móviles y gratuitos; y por supuesto muchos baños, que además están impolutos.


Al salir nuestra intención era coger un Uber, pero claro con la gran demanda a esas horas, rondaban los 90 $; así que decidimos andar un poco y alejarnos a ver sí el precio bajaba, pero cuando llegamos a una zona oscura y algo desangelada, decidimos pedirlo, finalmente lo conseguimos más barato (49’28 $ impuestos incluidos).

Llegamos al Pier 39, porque nuestra idea inicial era cenar allí, pero eran cerca de las 11 de la noche y ya estaba todo cerrado, así que paseando fuimos al hotel y no buscamos más; en realidad había más sueño que hambre.

 

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