Día 1: vuelos a Las Vegas

Pusimos el despertador a las 8 y tras las duchas, fuimos a desayunar a las 9 a un VIPS cercano, elegimos un desayuno sencillito y bastante bien. Regresamos al hotel, cogimos las maletas y bajamos a esperar el Uber (24’35 €), que previamente habíamos reservado para las 10’15; el conductor muy mal, conducción muy agresiva, se pasó el desvío aeropuerto, entró sin mirar a una rotonda haciendo frenar a los demás vehículos, casi atropella dos peatones; menos mal que el viaje a la T4 sólo fueron 15 minutos escasos.

Al facturar había que enseñar, el resultado del test de antígenos (realizado el día anterior) y el certificado de vacunación; ambos imprescindibles para entrar en USA. Luego control de seguridad, pasaportes, y a por el tren para ir a la T4S.

Al llegar cerca de nuestras puertas de embarque (S9 y S10), una persona de seguridad pidió que le mostráramos las tarjetas embarque, la mía venía marcada desde facturación, así que me tocó control de drogas; el personal muy amable, te llevan a un sitio apartado, tuve que abrir la maleta y todas las cremalleras del bolso que no son pocas, también tuve que descalzarme, pero había una silla para sentarse mientras ellos hacían el control.

Ya eran alrededor de las 12, así que en media hora comenzó el embarque (muy ordenado, por zonas), el vuelo salió a su hora las 13’20, por delante teníamos algo más de 10 horas hasta Dallas. Nada más subir, nos informaron que habría tres comidas, al poco de salir un snack y a continuación la comida, luego apagaron las luces, a mitad vuelo dieron un helado, pero la luz seguía en modo siesta, y cuando quedaba más o menos una hora, una especie de sándwich calentito muy rico. Llegamos sobre las 16’20, más o menos una antes de su hora oficial de llegada.

Tocaba aduana, que resultó ser muy lenta, estuvimos más de una hora, y aunque había gente, no era una barbaridad; por lo menos, el policía que nos tocó hablaba español y fue muy amable.

Como estábamos en tránsito, tocaba ir a por la maleta para pasarla a la otra cinta, se suponía que estarían todas bajo de la cinta, pues la nuestra en concreto no (seguía dando vueltas); nuevamente control de seguridad, y a la carrera por el tren (4 paradas). Al llegar a la puerta de embarque A37, ya había comenzado, pero como iba por grupos, todavía nos sobró un poco de tiempo. En total se nos fueron unas 2 horas desde que aterrizamos hasta que llegamos a la puerta de embarque, la verdad que un poco estresante.

Nuestro segundo vuelo salió muy puntual a las 19’00, hasta Las Vegas eran casi 3 horas, y cerca de las 21’00 aterrizábamos. Al trenecito y a por las maletas, alguna llegó perjudicada y una ni llegó, luego al bus que nos llevaría directos a nuestro hotel.



"Lo que pasa en las Vegas, se queda en Las Vegas"

En pocos minutos llegamos al LUXOR, tuvimos que esperar un rato a que el responsable del grupo, hiciera el check-in de todos y nos diera las llaves; subimos a nuestra habitación, dejamos las maletas y salimos sin perder tiempo.

Al llegar habíamos visto una zona para los Uber y Lift (donde los esperabas y te dejaban), luego observamos que en todos los hoteles los taxis están en la puerta principal y los Uber en la de atrás; por dentro de los hoteles siempre está señalizado.

Cogimos un Uber (16’38 $ propina incluida) hasta el hotel PARIS, hicimos por dentro una visita muy rápida, y cruzamos al BELLAGIO, para ver el espectáculo de las fuentes, que se realiza desde las 6 de la tarde hasta medianoche, cada 15 o 30 minutos según horario.













Andando por el Strip llegamos al COSMOPOLITAN, que está muy cerca, este hotel no estaba cuando vinimos en el anterior viaje. Personalmente esta nueva zona del Cosmopolitan, Aria y Waldorf Astoria, no me gustó mucho, son hoteles muy lujosos pero vamos definirlos como “normales”, prefiero los hoteles tematizados.




Desde el Waldorf Astoria pedimos el Uber de regreso al Luxor (14’33 $ propia incluida); para llevar más de 24 horas en pie, ya estaba bien.

 

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